El volcán Etna, en la isla italiana de Sicilia, retornó esta mañana a su cuadro eruptivo, luego de dejar 10 heridos el jueves, tras una explosión que lanzó rocas volcánicas y vapor al aire.
Los turistas, que habían ido al Etna a observar el espectáculo del volcán activo en erupción, fueron tomados por sorpresa cuando un flujo de lava llegó hasta la nieve, causando una explosión que arrojó piedras y otros materiales sobre ellos.
La colada que surge de la boca abierta en el nuevo cráter del sudeste está bien alimentada y el frente más avanzado superó el Belvedere.
Del cráter surge una actividad stromboliana (erupciones explosivas separadas por periodos de calma), con fuentes de lava, explosiones y emisión de cenizas. Esta última había cesado la última noche, pero se reanudó y por precaución se emitió un alerta rojo sobre el espacio aéreo: el aeropuerto de Catania por el momento solo permite cinco aterrizajes por hora, en tanto no tiene limitaciones para los despegues.
Cuatro de los heridos del jueves: una pareja alemana en estado de shock fue dada de alta anoche; en tanto una mujer alemana con el codo quebrado y una joven guía del Etna se retiraron en forma voluntaria.
Las autoridades dicen que unos 35 turistas estaban en el volcán al momento de la explosión, alrededor del mediodía, y que los guías que los acompañaban los ayudaron a protegerse.
«El material arrojado al aire regresó a tierra, cayéndole en la cabeza y el cuerpo a las personas que estaban más cerca», dijo Marino al sitio web Catania Today.
La reportera de ciencia mundial de la BBC, Rebecca Morelle, estaba en una asignación en el Etna y describió su experiencia en una serie de tuits.
Los trabajadores de la BBC estaban sobresaltados, pero físicamente bien, tras haber quedado con cortes, moretones y quemaduras, agregó.
Morelle dijo que la explosión fue «un recordatorio de lo peligroso (e) impredecible que son los volcanes».
(Fuente: agencias)