Alfredo Alfonso Pimentel Morales fue sentenciado a 20 años de prisión, luego que la Fiscalía comprobó en un juicio que el 8 de marzo de 2009, comenzó a abusar y luego violar a una menor de edad.
Según la investigación, el imputado de 52 años, era familiar de la víctima y se había ganado su confianza. Un día, la madre de la menor salió a trabajar y la niña quedó al cuido de Morales, quien la convenció de dormir juntos y comenzó con los abusos.
Desde los 12 años de edad, la menor fue abusada y al cumplir los 16 años, le contó a su madre sobre las agresiones que había estado sufriendo, e inmediatamente interpuso la denuncia.
La Fiscalía se mostró satisfecha por el resultado condenatorio de 20 años que le impuso el Tribunal de Sentencia de Ahuachapán al agresor.