«Quien pide la música, la paga» reza el adagio popular, para referirse a casos donde funcionarios, ex funcionario o empresarios han mandado a publicar «grandes» historias para salir bien parados antes hechos donde se les señala de alguna irregularidad.
El 10 de octubre del presente año, se cumplió un año más del terremoto de 1986; han pasado 31 años desde aquel embate de la naturaleza que dejó decenas de fallecidos, desaparecidos y miles de dólares en daños materiales, aunque la fecha no pasa desapercibida por los salvadoreños, la vamos a traer a cuenta para referirnos a una publicación «investigativa» que deja al descubierto los interés de quien o quienes están pagando a los «mariachis» para que sigan tocando la canción; aunque ésta no lleve ritmo y está desafinada.
Nos referimos a la más reciente publicación de la revista FACTUM, donde el ex ministro Héctor Silva Ávalos, escribe una nota. Quien por cierto, aún no presenta su declaración ante la sección de Probidad de la CSJ.
El ex funcionario, publica una «nota» con la «colaboración» de dos periodistas Suizos del medio «Tages-Anzeiger».
Lo que resulta interesante de esa «investigación» y que no nos han dicho es ¿Quién está pagando a los profesionales del periodismo Suizo? Dado que, en la noticia que escribe el ex Ministro Silva Ávalos, dice que ese reportaje lo han hecho en «colaboración» con dos personas que laboran para ese periódico europeo.
Hagamos un ejercicio básico: el franco suizo se paga a $1,026.00 y el salario mínimo para un periodista en ese país es de 5,551.00 francos, en dólares es casi $6,000.00; es decir, que dependiendo de los meses que se llevaron para realizar ese trabajo, han pagado no menos de $12,000.00 por cada 30 días para los dos profesionales del periodismo.
¿De dónde viene el dinero?
Si la revista FACTUM no tiene anunciantes y al menos no vemos posibles ingresos reflejados en sus publicaciones, entonces nos surge esa duda ¿Quién pagó a los periodistas por los meses que trabajaron en esa investigación?
La respuesta es válida desde cualquier punto de vista, aunque no la tenemos por parte de quienes pidieron a los «mariachis» que tocaran la canción.
Recientemente, dos periódicos internacionales con prestigio, publicaron que el periodismo está en una etapa muy dura en América Latina por la situación económica y la migración que muchos han hecho hacia la comunicación virtual.
En el 2011, el 29 de Agosto para ser más específicos, a través de redes sociales, el medio «clases de periodismo.com» realizó una enfrenta de cuánto es el salario promedio de los profesionales de las comunicaciones: 38.4 % dijeron que tenían ingresos menores a los $500.00.
«Una revista sin anunciantes paga miles de dólares a europeos»
Pero con la reciente publicación de FACTUM, podemos entender que a excepción de los demás medios grandes en Latinoamérica, en El Salvador existe una revista que se da el lujo de pagar miles de dólares para hacerse de los servicios de dos periodistas suizos; todo esto, con el fin de hacer una investigación que solo aportada tres fotografías: un casillero con el nombre de dos ciudadanos, la fachada de un edificio y una calle.
¿Tiene capacidad la revista de pagar más de $12,000.00 por mes, para que envíen tres fotografías?
¿Es la revista quién paga o será una tercera persona?
Si fuese una tercera persona la que financió ese reportaje, entonces ¿Cuál es el interés de pedir esa noticia que carece de rigor periodístico?
Esas preguntas surgen como lógica, ante el tipo de publicaciones y aseveraciones que el ex funcionario señala en la misma publicación.