Hay políticas de Barack Obama que aún dan frutos. Pero, la mayor apuesta de las empresas está puesta en la prometida reforma impositiva del actual presidente.
Wall Street está de festejo con Donald Trump. La bolsa neoyorquina ofrece aumentos sostenidos desde que el magnate ganó en noviembre del año pasado (19,2%), y no abandonó la suba desde enero (13,6%), cuando asumió, y quiebra récords día a día. El martes, por ejemplo, el Dow Jones superó por primera vez en la historia los 23.000 puntos.
El presidente celebró enseguida el hito con un tuit en el que se veía un gráfico ascendente de Wall Street desde enero y con la exclamación “¡Wow!” y otro que explicaba que el Dow había superado “un récord histórico alimentado por fuertes ganancias de las empresas”.
Hay quienes atribuyen el alza sostenida a las expectativas de menor impuestos corporativos y a algunos índices económicos que se mantienen saludables. El FMI, por ejemplo, vaticinó el crecimiento de EE.UU. 2,2% este año y 2,3% el próximo. El desempleo se mantiene en sus mínimos históricos, un 4,3%. Si bien Trump se atribuye todo el mérito del “boom” bursátil, muchos creen que en realidad está cosechando la herencia de las políticas de su antecesor, Barack Obama.
Consultado por Clarín sobre el tema, Shahid Hamid, director del departamento de Finanzas de la Florida International University, señaló que “la elección de Trump provocó expectativas sobre menores tasas impositivas corporativas, disminución de las regulaciones y un entorno más propicio para las empresas. De todas estas expectativas, la de reducción de impuestos corporativos constituyeron el mayor motor”.
Pero el experto señala también otros motivos. “La FED todavía no ha endurecido la oferta monetaria y existe un exceso de liquidez, sin el cual las acciones no pueden aumentar. Además, hay un repunte en el crecimiento global. También el dólar está a la baja, lo que ha incrementado la demanda de productos estadounidenses desde el exterior. Esto es probable que haya generado un aumento de las ganancias corporativas ya que el 40% de las ganancias de las empresas de SP 500 provienen del extranjero. Por otra parte, la generación de empleo se ha mantenido sólida. Finalmente, no hay buenas alternativas a las acciones. La principal competencia son los bonos y su rendimiento es bajo”.
Hay algunos analistas que advierten que la suba es resultado de las políticas económicas que aplicó Barack Obama y que Trump se las adjudica.
Para Hamid, “tanto las políticas de Obama como las expectativas de los cambios en las políticas a partir de Trump merecen su crédito. La creación de empleo fue sólida bajo Obama y ha continuado así. El exceso de liquidez como resultado de la política monetaria de la Reserva Federal continúa. Al mismo tiempo, las acciones han aumentado debido a las expectativas de cambios importantes en la política de impuestos corporativos y una cierta flexibilización de las regulaciones prometidas por Trump”.
Para Alan Green, director del departamento de Desarrollo Económico Global de la Setson University, el Dow tocó su pico el martes porque la reunión entre Trump y el líder republicano del Senado Mitch McConnell fue percibida por los mercados “como una señal de que la reforma fiscal tenga una mayor probabilidad de que sea aprobada por el Parlamento”, dijo a Clarín.
Información. Clarín