El consejo permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) resolvio crear un «grupo de trabajo» para contribuir a una salida pacífica a la crisis en Nicaragua, que ha dejado cientos de muertos y miles de heridos desde abril pasado.
La decisión se tomó por 20 votos a favor, cuatro en contra y ocho abstenciones, durante una sesión extraordinaria convocada a propuesta de ocho países y pese al rechazo expresado por el Gobierno de Nicaragua y sus más cercanos aliados en la región, reseñó DPA.
El «grupo de trabajo», que en el proyecto de resolución se llamaba comisión especial, se encargará de supervisar la situación en Nicaragua y aportar soluciones para una pronta salida pacífica al conflicto, el más grave en el país en las últimas décadas.
Al presentar su «enérgico rechazo» a la iniciativa, antes de la votación, el canciller de Nicaragua, Denis Moncada, advirtió que su país «no recibirá en su territorio a ninguna comisión o grupo de trabajo que organice este consejo permanente».
Los votos en contra de la resolución, además del de Nicaragua, fueron los de Venezuela, Bolivia y San Vicente y las Granadinas, que calificaron la decisión mayoritaria de la OEA como «injerencista» e «intervencionista».
«Hemos aprobado un mecanismo que permite el acercamiento y la búsqueda de caminos hacia la paz en Nicaragua», aseguró el representante de Chile en el consejo permanente, Hernán Salinas, uno de los promotores de la iniciativa.
El diplomático llamó al Gobierno de Nicaragua a que «ponga fin a la violencia, e inicie de una vez por todas las vías de diálogo que allanen el camino hacia la paz y el respeto a los derechos humanos».
A su turno, el embajador de Brasil, José Luiz Machado e Costa, condenó la violencia y el uso de grupos parapoliciales por parte del Gobierno de Daniel Ortega y lamentó la muerte de cientos de personas en el país, incluyendo añuna estudiante brasileña asesinada en Managua por un presunto paramilitar.
«Instamos al Gobierno de Nicaragua a que garantice el ejercicio de los derechos individuales y las libertades públicas, la democracia y el derecho de los ciudadanos a manifestarse», agregó.
Los representantes de Nicaragua, Bolivia y Venezuela intentaron sin éxito impedir la sesión, y posteriormente demorar la votación. El canciller nicaragüense acusó a la OEA de hacer un papel «nefasto» y de ser «la punta de lanza del imperio norteamericano» en el hemisferio.
Esta es «una acción inamistosa e injerencista», una «actitud de hostigamiento y revanchismo político contra Nicaragua», insistió Moncada.
El representante de Colombia, Andres González Díaz, que también votó a favor de la formación del «grupo de trabajo», aseguró que se ha creado un «mecanismo para ayudar al diálogo, la paz, la no violencia y la justicia».
«No es un instrumento injerencista. Se trata de cumplir con los deberes que hemos asumido para garantizar los derechos humanos y el acceso a la justicia», aseveró.
La sesión extraordinaria fue convocada a petición de Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Estados Unidos, México y Perú. Estos son los mismos que impulsaron la resolución aprobada el 18 de julio, justo el día en el que se cumplían tres meses de protestas contra el Gobierno de Ortega, pidiendo al mandatario elecciones anticipadas.
Otros 12 países votaron hoy a favor del «grupo de trabajo» y ocho más se abstuvieron, en su mayoría Estados caribeños y centroamericanos. Dos representantes no asistieron a la sesión. Para la aprobación de la comisión se necesitan los votos de al menos 18 de los 34 países que se sientan en el consejo permanente.
La iniciativa estaría integrada por un representante de cada grupo regional y otros Estados miembro «comprometidos» con los objetivos de la instancia, que prevé el nombramiento de sus integrantes a más tardar el 10 de agosto.
Fuente: El Universal