Romero fue asesinado en el 24 de marzo de 1980 un día después que llamara al ejército salvadoreño a desobedecer y a cesar con la represión del pueblo. «Les suplico, les ruego, les ordeno en nombre de Dios: cesen la represión», fueron las palabras del ahora beato aquel 23 de marzo en su homilía.
Desde ese año a la fecha este caso no ha tenido justicia, el abogado de la UCA Manuel Escalante nos dice que la ley de amnistía de 1993 contribuyó a la impunidad, ya que se restringió el derecho de acceso a la justicia de las víctimas.
37 años después y con la ley de amnistía anulada la justicia podría llegar dice Escalante.
El abogado de la UCA dice que es necesario conocer la verdad, ya que así se rompe la cadena de impunidad y a la vez nos sirve de un examen de conciencia.
Para el abogado Manuel Escalante la impunidad sigue generando violencia y esta perjudica otros sectores como la salud, la educación, la cultura, y el desarrollo personal de la población salvadoreña es por ello que urge que la impunidad sea opacada pronto por la justicia.