“Carlitos” alcánzame las “vejigas” rojas y el listón verde para ponerlo en la puerta le decía la niña “Carlota”, a su hijo de 8 años quien se entretenía con otros infantes en el patio de la casa. “Ya van a ser las cuatro” grita la señora de mediana estatura y de piel trigueña quien a presurosa corre por aquellas calles polvosas.
No es un día cualquiera, después de 15 años el mal olor y la contaminación por fin se irá de ese lugar, porque en la Hacienda Melara sus habitantes están felices.
Al cabo de unos minutos, varias personas ya estaban en la casa de doña Carlota, parecía que el reloj había marcado las doce de la media noche del 31 de diciembre por los abrazos que todo mundo repartía, estaban muy felices y algunos contaban anécdotas de cuando habían llegado a vivir aquel lugar ubicado en el km 39 de la carretera Litoral; “la Hacienda Melara era muy bonita, habían una quebradas, nacimientos de agua pura y cristalina, daba gusto vivir aquí todo era paz y tranquilidad”, recuerda don Eusebio quien en enero próximo cumplirá 80 años; con lágrimas en los ojos la niña “Marina”, dice: “mire don Chebo (como cariñosamente le dicen al abuelito), esos eran tiempos muy bonitos, yo estaba cipota y acompañaba a mis papás a la Hacienda y eran unos países muy bonitos, la gente en la carretera se detenida pata tomarse fotos, pero todo eso se acabó”.
“Familias se oponen al funcionamiento del botadero en la zona”
Las familias que esa tarde celebraban, son las mismas que por años se han opuesto al funcionamiento ilegal del basurero en su comunidad, en más de una ocasión le han cerrado el paso a los camiones que llegan a depositar los desechos a ese lugar pero los Salume (propietarios del botadero), se han empecinado en mantener la contaminación en la hacienda Melara del departamento de La Libertad.
Desde septiembre de 2007, los botaderos a cielo abierto fueron clausurados de 184 que funcionaban en el país 147 ya están cerrados, pero uno de los que todavía opera es este sin que a la fecha el Ministerio de Medio Ambiente multe a los propietarios y exija el cierre definitivo.
El decreto 237 fue aprobado hace 10 años en la Asamblea Legislativa y se supone que esta cartera de Estado es quien velaría y aplicaría la normativa legal, para evitar la contaminación del suelo, mantos acuíferos, aire y la Salud de las personas, pero hasta la fecha la impunidad y la contaminación son las únicas que han reinado en esta comunidad a quienes el mismo Estado les ha violado sus derechos humanos.
“La alcaldía de Santa Tecla aporta a la contaminación”
Este periódico tuvo acceso a fotografías recientes de camiones recolectores de la alcaldía de Santa Tecla depositando la basura en el botadero a cielo abierto a pesar de que cuentan con un acuerdo para que los desechos de ese municipio puedan ser tratados de forma adecuada en el relleno sanitario de Nejapa.
La oficina de comunicaciones de ese gobierno local confirmó que el contrato con la empresa de Manejo Integral de Desechos Sólidos está vigente.
“Familias están en el olvido”
Al igual que el Ministerio de Medio Ambiente que por 10 años no ha hecho mayor cosa para evitar la grave contaminación en este lugar los tribunales ambientales duermen “el sueño de los justos”, para proteger a estas familias que casi a la semana deben buscar tratamiento clínico por las secuelas de la contaminación.
“Larga y contaminada espera”
Ahora Carlitos ya tiene 20 años, y la fiesta que aquella tarde se realizó en su casa solo es un recuerdo como las muchas promesas de que un día la basura ya no acortará su vida. Este joven debe recibir tratamiento médico cada mes por un problema crónico respiratorio, causado por la contaminación en la Hacienda Melara.