El Gobierno del Presidente Nayib Bukele se enfrentó entre mayo y junio a tres emergencias causadas por la pandemia de COVID-19 y las tormentas Amanda y Cristóbal. A pesar de las constantes solicitudes de apoyo económico hechas por el mandatario a los diputados de la Asamblea Legislativa, no hubo respuesta a sus peticiones.

Los estragos causados por las lluvias y los contagios de COVID-19 dejaron luto y dolor en las familias salvadoreñas. Las instituciones del Gobierno del Presidente Bukele se articularon en busca de soluciones para los afectados.

“Hasta el día de hoy no nos han autorizado ni un solo centavo. Les exijo en nombre del pueblo salvadoreño que aprueben los fondos para el pueblo, los fondos que necesita esta gente, la Nueva Israel y todas las comunidades del país”, dijo el Mandatario durante una conferencia de Prensa realizada el 2 de junio en la comunidad Nuevo Israel, de San Salvador, donde varias viviendas fueron arrastradas por la crecida del arenal.

La Fuerza Armada de El Salvador, la Policía Nacional Civil, el despacho de la Primera Dama, la Dirección de Protección Civil participaron en la habilitación de albergues y continuaron entregando las canastas alimentarias, y las cestas solidarias, para calmar el hambre y necesidades de las familias afectadas, mientras los diputados siguieron negando la aprobación del financiamiento que permitiera una respuesta más oportuna a las familias afectadas por las emergencias.

La respuesta se dio casi dos meses después de pasadas las tormentas Amanda y Cristóbal. Los diputados de la Asamblea Legislativa ratificaron esta semana un préstamo y aporte financiero del Gobierno de Alemania por un total de $26,007,962.72, que servirá para las obras de mitigación en zonas de alto riesgo o vulnerables del Área Metropolitana de San Salvador (AMSS).