En nuestro viaje por la vida, los recuerdos ayudan a dar sentido al mundo que nos rodea y a conformar nuestras experiencias únicas. Por lo tanto, cuidar el cerebro y la memoria es esencial para mantener la agudeza mental y proteger la esencia de lo que somos.
Al igual que un jardín necesita ser regado y cuidado para florecer, el cerebro requiere el mantenimiento y la atención adecuados para prosperar. Desde un sueño reparador hasta la práctica de ejercicios mentales estimulantes, hay muchas formas de cultivar un cerebro y una memoria sanos. Y el neurocirujano Richard Restak, toda una eminencia en su campo, ha expuesto en la CNBC las siete reglas de oro que todo el mundo debería seguir para mantener la demencia alejada:
Siempre que sea posible, hay que leer obras de ficción
El experto asegura que una de las mejores formas de poner a funcionar la memoria es leer novelas de ficción. El motivo es simple: hay numerosas tramas, múltiples personajes y un montón de detalles que hay que recordar para que lo que se está leyendo tenga sentido. Así que el cerebro está obligado a funcionar a pleno rendimiento para que la experiencia de lectura tenga sentido.
Leer obras de no ficción también implica un trabajo de cerebro, pero Restak asegura que suelen estar estructuradas de tal forma que es posible saltar de una a otra en función de los intereses personales y los conocimientos previos sobre el tema.
Por si esto fuera poco, el neurocirujano ha asegurado a la CNBC que, a lo largo de su carrera, se ha dado cuenta de que las personas con demencia precoz tienden a dejar de leer novelas antes.
No salgas nunca de un museo sin poner a prueba la memoria
Restak recomienda que, cuando se esté visitando un museo, se seleccione un cuadro de todos los que hay. Una vez escogido, se debe observar durante varios minutos hasta que en la mente se forme una fotografía de lo que se está viendo. Luego, hay que irse a otra sala para tratar de recordar cada uno de los detalles que hay en el cuadro observado. Lo ideal es no dejarse nada. A él le gusta hacerlo con Western Motel, de Edward Hopper. Aunque se puede hacer con cualquier cuadro y ni siquiera es necesario ir a un museo.
Las siestas tienen que durar menos de 90 minutos
Está prohibido que una siesta dure como un partido de fútbol o más. El neurocirujano, en la línea de numerosos estudios, apunta a que estos descansos tienen que durar entre 15 y 30 minutos. No obstante, es consciente que no todo el mundo puede acercarse a estas cifras.
Por este motivo, su recomendación es que, como mucho, las siestas duren entre 30 y 90 minutos, a poder ser entre las 13:00 horas y las 16:00 horas. De hacerlo así, hay más posibilidades de que la memoria mejore.
Hay que jugar a juegos de ingenio
El neurocirujano ha recomendado que, siempre que se puede y especialmente en reuniones sociales, se jueguen a juegos para ejercitar la memoria. En esta categoría también entran el bridge y el ajedrez.
Hacer relaciones entre palabras e imágenes
La lengua española es muy rica, por lo que hay algunas palabras que son más difíciles de pronunciar o recordar. Para que el uso de palabras sea fluido, Restak recomienda hacer asociaciones entre palabras y algo que recuerde a ellas. De esta manera, se podrán recordar palabras o conceptos con más facilidad.
Hay que mover el cuerpo
Ya se sabe que los hábitos sedentarios tienen un impacto negativo de forma general, y también lo tienen en la memoria. Así que Restak recomienda a todo el mundo, aunque especialmente a los mayores, a salir a la calle, hacer algo de actividad física o, al menos, no estar todo el día sentado.
Comer alimentos que beneficien el cerebro
Como ha explicado el experto, hay que cuidar la mente a través de la alimentación. Y los productos que propone son alimentos ricos en fibra y alimentos fermentados, especias, lácteos, aceites, frutos secos, proteínas, frutas, verduras y todos aquellos que aporten antioxidantes.
