Los cuerpos de casi 90 elefantes fueron encontrados cerca de un famoso santuario de vida salvaje en Botsuana, en el sur de África.
Elephants Without Borders (Elefantes Sin Fronteras), organización que protege la vida silvestre y recursos naturales, realizó una evaluación aérea y señaló que es la cantidad de muertes de elefantes por caza furtiva más grande que se ha visto en África.
El país cuenta con la población más grande de elefantes en el mundo y en los últimos tiempos los cazadores furtivos se han estado infiltrando en sus fronteras.
Los científicos a cargo de la extensa evaluación de vida silvestre del país dijeron que a varios de los 87 elefantes encontrados sin vida los mataron por sus colmillos hace apenas unas semanas y que cinco rinocerontes blancos fueron cazados en tres meses.
«Estoy asombrado, completamente anonadado. La magnitud de la caza furtiva de elefantes es, por mucho, la más grande que he visto o de la que he leído en cualquier lugar de África hasta la fecha», dijo Mike Chase, de Elephants Without Borders.
«Cuando comparo esto con las cifras y los datos del Gran Censo de Elefantes, que conduje en 2015, estamos registrando el doble de elefantes recién cazados que en cualquier otra parte de África».
En ese censo se estimó que a una tercera parte de los elefantes de África los mataron en la última década y que 60% de los elefantes en Tanzania murieron en los últimos cinco años.
Botsuana tenía una reputación de ser implacable con los cazadores furtivos y hasta ahora había evadido en gran medida las pérdidas de elefantes que se han visto en otras partes.
A pesar de la ausencia de vallas en sus fronteras internacionales, datos de los collares de rastreo mostraron a elefantes retirándose de Angola, Namibia y Zambia para quedarse dentro de los límites de Botsuana, donde se creía que estaban seguros.
Los incidentes de caza furtiva eran raros en el país debido a las unidades de vigilancia armadas y bien organizadas.
Con 130.000 elefantes, Botsuana se conocía como el último santuario en África mientras la caza en busca del marfil de los elefantes continúa arrasando con manadas enteras en el resto del continente.
La primera señal de que eso estaba cambiando en Botsuana se presentó hace dos años cuando la BBC sobrevoló junto a Mike Chase la frontera con Namibia y se descubrió por primera vez una hilera de cadáveres de elefantes sin sus colmillos.
Los ejemplares muertos encontrados ahora aparecieron en las profundidades de Botsuana, cerca del santuario de vida silvestre del delta del Okavango, el cual estaba protegido y atrae a turistas de todo el mundo.
«La gente nos advirtió de un inminente problema de caza furtiva y creímos que estábamos preparados», dijo Chase, quien señaló al desarme de la unidad anticaza de Botsuana como la causa del problema.
«Los cazadores están ahora apuntando sus armas hacia Botsuana. Tenemos la población de elefantes más grande del mundo y es temporada abierta para los cazadores».
«Queda claro que debemos hacer más para detener la magnitud de lo que estamos viendo en nuestra evaluación».
Información: BBC