El reloj marcaba las 9:00 AM en aquella pared blanca; unos hombres vestidos de negro con sus portafolios y papeles en mano miraban hacia todos lados menos a la puerta de entrada, parece que había un cierto nerviosismo en sus rostros.
«Volvieron a la vida» como dice la expresión popular cuando el juez dijo que la audiencia estaba suspendida nuevamente, la respiración ya fue natural y la preocupación había bajado, por aquella puerta nunca entró a las personas que esperaban, una vez más sus clientes habían burlado a la noble justicia salvadoreña. La misma que unos meses atrás había suspendido una audiencia similar porque quienes debían estar en el banquillo de los acusados simple y sencillamente no llegaron.
Aquel jueves el Secretario del Tribunal dijo que el juez había señalado para el 26 de septiembre de 2017, la nueva convocatoria para ventilar el caso de los «canadienses», que por años han esquivado la justicia salvadoreña y no han querido responder por un caso millonario de extorsión.
Lo curioso es que estos señores, no sólo han burlado a la justicia de nuestro país, sino también a la policía internacional (INTERPOL), quien ya recibió difusión roja para la detención dónde quiera que estén estos sujetos, pero al momento no hay resultados satisfactorios.
¿Quiénes son?
Nada más y nada menos que Matteo Pasquale, quien es un empresario canadiense que fundó la empresa para el tratamiento de la basura en el área metropolitana de San Salvador.
Desde hace años se mantiene un proceso judicial en esta capital, en el tribunal 3o. de Instrucción por los delitos de apropiación o retención indebida y extorsión. Al ser detenido inmediatamente debe ser extraditado para que sea juzgado en el país.
Pero en El Centro Integrado de Justicia Penal, algunos consideran que tiene unos «buenos abogados» o «buenos contactos», porque siempre logran dilatar el proceso y la pronta y cumplida justicia NUNCA llega.
«El banquillo de los acusados siempre está solo»
La nueva cita con la justicia está a escasos días, y el reloj vuelve a escena para iniciar la cuenta regresiva, que esta vez podría tener un resultado favorable para la víctima salvadoreña de estos sujetos que se han burlado por años de nuestro débil sistema judicial.
El canadiense Matteo Pasquale es un alto ejecutivo del Grupo Cintec. Y según informe oficial que la Real Policía Montada de Canadá envió a través de la sede diplomática a la Fiscalía General de la República (FGR), el 20 de octubre del año 2003, el empresario reside en 6700 Hamilton Street, Montreal, Quebec, H4E 3C7, y figura como el presidente de siete sociedades del consorcio Cintec.
Brian Hugh Brasnett, primer secretario de la Real Policía Montada de Canadá, en un oficio enviado al exfiscal general, Belisario Artiga le detalla que ellos tienen información de que Pasquale tiene vínculos con Mike Strizzi, persona relacionada con el crimen organizado italiano.
El informe de la Real Policía Montada de Canadá, también relaciona a Pasquale con otras Antonio Cinquino, Mike Cinquino, Antonio Iannacci, Perry Perlini y Daniel Sereno, personas relacionadas con el crimen organizado. Todos fueron investigados por la Sección de Drogas RCMP de Montreal en 1994, como parte del Proyecto Caviar (expediente 1994-1428), con ese proyecto desmantelaron a una organización criminal especializada en la importación de drogas y lavado de dinero.
En una conversación telefónica interceptada por los investigadores, el 11 de agosto de 1994, Antonio Lannacci mencionó que había recibido la suma de $25,000 de Cintec, cuyo presidente es Matteo Pasquale, además, Perry Perlini ha invertido $300,000 en la mencionada compañía.
En El Salvador, Matteo Pasquale, incursionó con la implementación de un relleno sanitario, en el negocio de la basura, donde participan varias alcaldías con un 10% de las acciones y el resto era propiedad de Cintec, pero el 31 de marzo de 2004 en un contrato de venta a plazos que la Sociedad de Inversiones y Servicios del Istmo, S.A., propiedad del empresario Enrique Rais, estableció con Cintec International Inc. de Barbados. En dicho contrato se pactó la compra del 90% de la Sociedad Mides S.E.M. de C.V. por un precio de $11 millones.
Con todos estos electos podría concluir que hay más de alguna persona en El Salvador, que podría estar a favor de que la hora del juicio nunca llegue y el caso termine perdido.
Sin duda es un reto grande para el actual Fiscal, Douglas Meléndez, para que la justicia salvadoreña no se vea sorprendida nuevamente.
El reloj marcaba las 9:00 AM en aquella pared blanca; unos hombres vestidos de negro con sus portafolios y papeles en mano miraban hacia todos lados menos a la puerta de entrada, parece que había un cierto nerviosismo en sus rostros.
«Volvieron a la vida» como dice la expresión popular cuando el juez dijo que la audiencia estaba suspendida nuevamente, la respiración ya fue natural y la preocupación había bajado, por aquella puerta nunca entró a las personas que esperaban, una vez más sus clientes habían burlado a la noble justicia salvadoreña. La misma que unos meses atrás había suspendido una audiencia similar porque quienes debían estar en el banquillo de los acusados simple y sencillamente no llegaron.
Aquel jueves el Secretario del Tribunal dijo que el juez había señalado para el 26 de septiembre de 2017, la nueva convocatoria para ventilar el caso de los «canadienses», que por años han esquivado la justicia salvadoreña y no han querido responder por un caso millonario de extorsión.
Lo curioso es que estos señores, no sólo han burlado a la justicia de nuestro país, sino también a la policía internacional (INTERPOL), quien ya recibió difusión roja para la detención dónde quiera que estén estos sujetos, pero al momento no hay resultados satisfactorios.
¿Quiénes son?
Nada más y nada menos que Matteo Pasquale, quien es un empresario canadiense que fundó la empresa para el tratamiento de la basura en el área metropolitana de San Salvador.
Desde hace años se mantiene un proceso judicial en esta capital, en el tribunal 3o. de Instrucción por los delitos de apropiación o retención indebida y extorsión. Al ser detenido inmediatamente debe ser extraditado para que sea juzgado en el país.
Pero en El Centro Integrado de Justicia Penal, algunos consideran que tiene unos «buenos abogados» o «buenos contactos», porque siempre logran dilatar el proceso y la pronta y cumplida justicia NUNCA llega.
«El banquillo de los acusados siempre está solo»
La nueva cita con la justicia está a escasos días, y el reloj vuelve a escena para iniciar la cuenta regresiva, que esta vez podría tener un resultado favorable para la víctima salvadoreña de estos sujetos que se han burlado por años de nuestro débil sistema judicial.
El canadiense Matteo Pasquale es un alto ejecutivo del Grupo Cintec. Y según informe oficial que la Real Policía Montada de Canadá envió a través de la sede diplomática a la Fiscalía General de la República (FGR), el 20 de octubre del año 2003, el empresario reside en 6700 Hamilton Street, Montreal, Quebec, H4E 3C7, y figura como el presidente de siete sociedades del consorcio Cintec.
Brian Hugh Brasnett, primer secretario de la Real Policía Montada de Canadá, en un oficio enviado al exfiscal general, Belisario Artiga le detalla que ellos tienen información de que Pasquale tiene vínculos con Mike Strizzi, persona relacionada con el crimen organizado italiano.
El informe de la Real Policía Montada de Canadá, también relaciona a Pasquale con otras Antonio Cinquino, Mike Cinquino, Antonio Iannacci, Perry Perlini y Daniel Sereno, personas relacionadas con el crimen organizado. Todos fueron investigados por la Sección de Drogas RCMP de Montreal en 1994, como parte del Proyecto Caviar (expediente 1994-1428), con ese proyecto desmantelaron a una organización criminal especializada en la importación de drogas y lavado de dinero.
En una conversación telefónica interceptada por los investigadores, el 11 de agosto de 1994, Antonio Lannacci mencionó que había recibido la suma de $25,000 de Cintec, cuyo presidente es Matteo Pasquale, además, Perry Perlini ha invertido $300,000 en la mencionada compañía.
En El Salvador, Matteo Pasquale, incursionó con la implementación de un relleno sanitario, en el negocio de la basura, donde participan varias alcaldías con un 10% de las acciones y el resto era propiedad de Cintec, pero el 31 de marzo de 2004 en un contrato de venta a plazos que la Sociedad de Inversiones y Servicios del Istmo, S.A., propiedad del empresario Enrique Rais, estableció con Cintec International Inc. de Barbados. En dicho contrato se pactó la compra del 90% de la Sociedad Mides S.E.M. de C.V. por un precio de $11 millones.
Con todos estos electos podría concluir que hay más de alguna persona en El Salvador, que podría estar a favor de que la hora del juicio nunca llegue y el caso termine perdido.
Sin duda es un reto grande para el actual Fiscal, Douglas Meléndez, para que la justicia salvadoreña no se vea sorprendida nuevamente.
