Parece que cada semana hay nuevas investigaciones sobre las consecuencias de la contaminación del aire, y en particular de las partículas más pequeñas. Son las que los científicos llaman PM2.5, y son capaces de viajar profundamente a los pulmones y entrar en el torrente sanguíneo y, desde allí, causar estragos al ser humano.
No solo la contaminación del aire mata a millones de personas cada año (algunos estudios han sugerido que la gente no escapa de eso incluso permaneciendo en un lugar interior). Las pequeñas partículas viajan dentro de nosotros. Por supuesto que el peaje es claramente peor para todos aquellos que están en el exterior, pero las últimas investigaciones sugieren que las partículas PM2.5 también reducen la productividad de los trabajadores de oficina.
En un nuevo documento de trabajo publicado por la Oficina Nacional de Investigación Económica, tres economistas demuestran que la mala calidad del aire puede incluso ser capaz de absorber los retornos de los mercados bursátiles, producidos por los comerciantes que están en el interior de la Bolsa de Nueva York.
Examinando los rendimientos diarios del índice de S&P 500 desde enero de 2000 hasta noviembre de 2014, los investigadores demostraron que en días con mala calidad del aire en el Bajo Manhattan, las rentabilidades de las acciones tendían a ser más bajas.
Anthony Heyes, profesor de economía de la Universidad de Ottawa y autor principal del estudio, no toma una postura firme sobre cómo esto puede desarrollarse. Sin embargo, tanto él como sus compañeros creen que esos efectos en el comportamiento de los empleados de la bolsa pueden venir, en parte, por la contaminación del aire. Esto, a su vez, disminuiría el desempeño de los inversionistas.
Explorando esta idea, el estudio muestra que los niveles de contaminación atmosférica en el Bajo Manhattan también tuvo una relación con el Índice de Volatilidad de la Junta Directiva de Chicago (CBOE) o en el VIX, un indicador ampliamente aceptado de temor o preocupación de los inversionistas. El VIX tendió a aumentar cuando la contaminación era peor, según el estudio, por lo que «un aumento de una unidad en la concentración de PM2.5 aumenta el valor de VIX en un 1.9 por ciento».
Los investigadores también llevaron a cabo técnicas estadísticas para controlar otros factores extraños como el clima, los niveles de tráfico y la presencia de otros contaminantes.
Según Tom Chang, profesor de la Escuela Marshall de Negocios de la Universidad del Sur de California, los resultados no son tan sorprendentes. Además, los estudios previos también han mostrado factores psicológicos que afectan al comportamiento de los inversores, ya sea un día soleado o si un equipo acaba de ganar la Copa del Mundo. Chang también ha publicado recientemente trabajos sobre los sutiles efectos de la contaminación atmosférica sobre la productividad de los trabajadores de oficina que están situados en interiores.
Información: Infobae