Marta Amaya, hija de Rufina Amaya, sobreviviente de la masacre de El Mozote, recibió de parte del gobierno de Estados Unidos asilo político, el cual solicitó en 2017, justificando que en El Salvador era perseguida tras la reapertura de este caso.
Rufina Amaya jugó un papel importante como testigo en el caso de la masacre de El Mozote, no solo en los reportes elaborados por la Comisión de la Verdad, sino años posteriores cuando forenses se dieron a la tarea de realizar las exhumaciones.
Amaya, de 32 años de edad fue notificada por la nación norteamericana que su petición de asilo había sido aceptada. Los testimonios y declaraciones que presentó ante la corte fueron suficientes para su petición.
Marta explicó al juzgado que su situación se complicó más a partir de 2016, cuando dio declaraciones a medios de comunicación hablando sobre la masacre.
Redacción: Gerardo Castro