En esta tercera y última entrega, el pastor José Luis Safie Estratengian y su esposa Carmen Elena Turcios Henriquez, nos cuentan como ha sido su vida después de quedar en libertad y de los problemas que ha tenido que enfrentar. Dependiendo de Dios y de la ayuda de familiares y amigos.
Mi esposa y yo tenemos muerte social – comercial, Pues no puedo tener cuentas de banco.Le digo a la gente “soy un muerto viviente”, no puedo viajar, no tengo documentación para hacerlo, soy considerado un narcotraficante y nunca trafiqué ni un gramo. No tengo vida. Así somos tratados ella (mi esposa) y yo.
Ella es doctora en medicina, tiene tres especialidades y es cristiana. Yo, me convertí al cristianismo en la cárcel gracias a ella, y le he dejado siempre la justicia a Dios. Si vemos ahora, (el fiscal) Julio Arriaza está siendo buscado por la INTERPOL por casos exactamente como el mío, la elaboración de casos.
En aquel entonces no se para quién trabajó, para quién elaboró este caso, pero sí me dijo “no vamos a permitir la reelección de Garrid y tú vas a ser parte del plan para eso y si te opones te acabamos, tu pesadilla va a continuar”.
Aquí está otra parte preocupante de la que ahora llamo persecución política. Mi solvencia policial con fecha 02 de julio 2015, dice que no tengo antecedentes penales; sin embargo, con el nuevo sistema que ha puesto la Policía Nacional Civil, – y ya lo he denunciado antes- , ésta solvencia que fue admitida 23 días del mes de septiembre del 2016, está diciendo que tengo antecedentes de Tráfico Ilícito de Drogas. En una dice que no tengo antecedentes porque no debería tener antecedentes, porque fui encontrado inocente; pero, en esta nueva solvencia sí. Dos solvencias (copias en poder de ESpectador) completamente diferentes, años después que ha pasado el caso. Ahora, supongo que el actual gobierno (bajo la administración del profesor Salvador Sánchez Cerén, FMLN) me está volviendo a atribuir el caso de “Tráfico Ilícito de Drogas” sin que yo haya sido probado culpable o tenga algún caso. Nunca fui ni seré narcotraficante, no hay nadie en el mundo que me pueda decir que le he vendido un gramo de droga jamás.
Gracias a Dios conocí amistades que pertenecen al “Movimiento Nueva Patria Justa”; según el pastor Safie ellos se dieron a la tarea de investigar y se descubrió que Miguel Ángel Flores Pérez, está capturado por este caso y ya fue condenado a 10 años de prisión. Yo, pensé que la pesadilla había terminado, ya está el culpable preso, no me involucraron a mí, declaró que no me conocía. Dicen (Miguel Ángel Flores Pérez), que está en “mariona” purgando su condena por éste exacto caso, pensé que todo se había arreglado. Sin embargo, me manda carta el Banco Agrícola, notificándome que mi cuenta me la cierran. Después de esto, voy a sacar mi solvencia policial y dice que yo tengo antecedentes de Tráfico Ilícito de Drogas, cuando nunca he sido encontrado culpable de ningún delito, ni se me ha decomisado nada.
“Nueva Patria Justa”, la ONG de mis amigos, contactaron un par de senadores norteamericanos, ellos tienen copias de todos estos documentos, dijeron que iban ayudarme.
Esto inició hasta el año pasado, porque yo no sabía que esto iba a suceder, no sabía que el caso iba a seguir, pensé dejar que el tiempo limpiara todo, pero aparentemente está empeorando y queriéndolo revivir.
Ahora, con el nuevo sistema de solvencia policial, se ha vuelto y puesto peor no solo para mí.
En lo que yo estaba en ladelegación de la Policía Nacional Civil, Flor Blanca, (al sur de San Salvador) reclamando, había un grupo de personas llorando, porque no van a poder tener empleo; ya que, la solvencia les está apareciendo así, porque fueron procesados injustamente y a veces confundidos por este tipo de casos.
Puedo resumir todo lo que he vivido, como “un muerto viviente”. No puedo hacer nada, estoy muerto, no puedo viajar, no puedo abrir cuentas de banco, en las redes sociales si hago un comentario me sacan la noticia “Cállate Narco”.
Tengo muerte social, muerte civil, muerte comercial, muerte migratoria.
El pastor José Luis Safie, se quebranta al narrarnos las afrentas que padeció su hija a causa del proceso judicial que enfrentó por Tráfico de Ilícitos de Drogas en el 2009. “A mi hija le afectó socialmente, sus compañeritas de colegio le decían “la hija del narco”, no la invitaban a las………fiestas, de hecho todavía sucede”.

Como familia, esperamos que haciendo públicas estas cosas, la gente sepa que ¿a saber cuántas personas más estarán pasando por este problema social?.
Me invitan a diferentes cosas por medio de correspondencia, cuando ya confirmo me dicen: “No, ya no lo vamos a invitar”. Me imagino que investigan mi nombre en internet.
Ella (mi esposa), solicita trabajo y no ha podido trabajar. Estudió su carrera por más de 14 años, introduce las aplicaciones y no es contratada. Somos rechazados por la sociedad, porque hasta el día de hoy, creo que somos los narcotraficantes más famosos de El Salvador, sin nunca haber tocado un gramo de droga.
Actualmente, José Luis Safie se mantiene con los negocios familiares, sus inmuebles los manejan sus hermanos.
Gracias a Dios tenemos inmuebles y la encargada es mi hermana; porque, cuando yo presentaba un inmueble para ser arrendado y el inquilino miraba que era José Luis Safie, ya no quería el inmueble.
Tuve que hacerme para atrás y dejar que mis hermanos se encarguen de los negocios; porque, yo no puedo salir públicamente por todo lo que nos hicieron las redes sociales y los medios de comunicación en aquel entonces, y lo siguen manteniendo. Al buscarlo en internet, la noticia sigue viva, sin ninguna aclaración.
Nadie ha dicho nos equivocamos. La fiscalía no ha querido decir: nos equivocamos, ya está presa la persona. De hecho, si ustedes buscan en las redes, de Miguel Ángel Flores Pérez no aparece nada, ni la condena de él, ya que está escondida, pero mi juicio si está público.
El mensaje que envía el pastor José Luis a las personas que lo acusaron y juzgaron judicialmente es: “La mentira dura mientras llega la verdad, Julio Arriaza y otras personas del Estado que dirigen Organismos Judiciales me imagino que van a leer esto, yo los perdono por sus actos, ya nada puedo hacer con el resentimiento, pero que se arrepientan y no sigan destruyendo la vida de las personas, porque la justicia divina llega, tarda pero llega. Y a mí, ocho o nueve años después me ha llegado el momento de que se me haga justicia”.
Documentos del caso Safie


