Los animales poseen una condición genética diferente al albinismo, lo cual produce su color. Ambas jirafas fueron vistas en un área de conservación en Kenia.
Una madre jirafa y su cría, ambas de un particular color blanco, fueron vistas en una reserva keniata y filmadas por voluntarios del Programa de Conservación de Hirola (HCP).
Según Hirola, las noticias sobre los animales comenzaron a llegar a principios de junio de 2017; desde entonces, las dos jirafas han sido vistas repetidamente en una zona protegida por ellos y Rainforest Trust, una organización sin fines de lucro que trabaja para proteger las especies más amenazadas del mundo y los ecosistemas del planeta en las selvas tropicales. Son ejemplares de la clase de antílopes y actualmente corren gran peligro frente a sus depredadores al no poder mimetizarse con la naturaleza.
El color de estas particulares jirafas es el resultado del leucismo, una condición genética que provoca la pérdida parcial de pigmentación en un animal, lo que causa una coloración blanca, pálida o irregular de la piel, similar al albinismo, pero conectado a múltiples tipos de pigmento, no sólo la melanina.
En 2010 otro grupo de esta variedad de animales, pero con sus manchas irregulares, fue fotografiado en el Parque Nacional de Katavi, en Tanzania. Sin embargo, según un investigador del área era casi imposible acercarse a ellas, pues huían en cuanto veían a la gente. Podría “llevar meses volver a localizarlas, pues rara vez se mezclan con otras jirafas”, confiesa el profesional.
Fuente: One Green Planet
