El domingo de Ramos anticipa la pascua la cual es el triunfo de la resurrección y es una invitación a entrar conscientemente en la Semana Santa la cual destaca la Pasión de Cristo, dice el padre Carlos López.
Este tipo de tradición data del siglo IV y los que participan en la procesión deben llevar en las manos ramos de palma, olivos u otros árboles, y entonar cantos adecuados. Los sacerdotes y los ministros, llevando también ramos, deben ir delante del pueblo en el procesional.
El padre López nos dijo que la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén se da luego de haber pasado cuarenta días de preparación y que nos llaman a convertirnos, dejar atrás todo lo que nos aleja de Dios.
Con el domingo de resurrección comenzamos a abrir el corazón para ese Jesús que viene hacia nosotros, ya que del mismo modo que entró en Jerusalén desea hacerlo en nosotros, para perdonar los pecados y buscar la reconciliación con el Padre y con nosotros mismos, concluye el padre Carlos López.
Redacción Gerardo Castro