La tensión entre el Estado y los mapuches, y la creciente llegada de inmigrantes son dos de los mayores desafíos para la sociedad y las autoridades chilenas que el papa Francisco abordará en su viaje a las ciudades de Santiago, Temuco, cuna de los mapuches, e Iquique, que acoge a miles de extranjeros.
El sumo pontífice llegará a la capital chilena el próximo lunes 15, al día siguiente tendrá actividades en la capital chilena y el miércoles irá a la sureña región de La Araucanía, una de las más pobres del país y escenario del ‘conflicto mapuche’.
Buscan el diálogo
Durante su misa en territorio indígena en Temuco, donde los mapuches le pedirán que «reconozca el genocidio» de los pueblos originarios en el sur de Chile y Argentina, e impulse una política de «reparación y resarcimiento». «Queremos plantear claramente al jefe de Estado del Vaticano y de la iglesia Católica su responsabilidad por el genocidio cometido en el sur de Chile y Argentina, porque los españoles contaron con el apoyo de esta iglesia», dijo a la agencia Efe el dirigente mapuche Aucán Huilcamán, «werkén» (vocero) del Consejo de Todas las Tierras, quien buscará reunirse con Francisco perse a que su agenda está cerrada.
La comisión organizadora de la visita papal anunció que 4.200 efectivos vigilarán al papa Francisco durante su paso por la región de La Araucanía, y que una veintena de vehículos le seguirán los pasos en Temuco y en Iquique, en el norte de Chile. En esta última ciudad, se espera que el papa se refiera a las cada vez más crecientes comunidades de inmigrantes, que ya sobrepasan el medio millón en todo el país y cuya presencia regula una «obsoleta» ley promulgada en 1975, en plena dictadura de Augusto Pinochet.
Previsiones
La preocupación del papa Francisco por los pueblos originarios y los inmigrantes en su visita a Chile «no es antojadiza», porque son ámbitos en los que «se vulneran los derechos humanos de manera muy marcada», declaró a Efe el representante del Movimiento de Acción Migrante (MAM), el uruguayo Eduardo Cardoza. «Nos gustaría que se profundizara en el tema, con un enfoque de derechos, ya que los que toman las decisiones posiblemente lo escucharán más a él que a nuestras comunidades, por el valor simbólico que representa», señaló.
Según el dirigente, el papa «debe pronunciarse» contra el racismo, la xenofobia, el clasismo y el odio, que son «necesarios de combatir para hacer sociedades más inclusivas y ricas», añadió. Ante posibles protestas, las autoridades trabajan en la implementación de diversos planes y medidas de seguridad, con el propósito de evitar desmanes como los ocurridos durante la visita de Juan Pablo II en 1987, si bien aquel contexto político y social era muy diferente, ya que tuvo lugar en medio de la dictadura de Pinochet (1973-1990).
Fuente: RPP Noticas