El proyecto modifica la fórmula de actualización de los haberes, lo que según el Gobierno permitirá a los jubilados ganar más en 2018, mientras la oposición y sindicatos insisten en que supondrá una fuerte rebaja
La Cámara de Diputados argentina aprobó hoy, en medio de una huelga general y tras 17 horas de debate, la reforma del sistema de pensiones impulsada por el Gobierno de Mauricio Macri, que ha provocado escenas de violencia en las calles por el fuerte rechazo social, sindical y político que genera.
El proyecto, que ya recibió el visto bueno del Senado a finales de noviembre, contó con el apoyo de 127 votos -principalmente del oficialista Cambiemos- frente a 117 en contra y 2 abstenciones, y modifica la fórmula de actualización de los haberes, algo que el Gobierno cree permitirá a los jubilados ganar más en 2018 y la oposición y sindicatos insisten será una fuerte rebaja, señaló Efe.
En un principio el tablero de la Cámara contó 128 votos a favor, pero en realidad fue uno menos porque, según se explicó, una diputada se confundió al votar y dio su apoyo cuando en realidad quería oponerse.
La reforma, que llevó a los sindicatos a convocar una huelga general que culminará hoy, se aprobó tras una sesión en la que predominaron los discursos críticos, con fuertes disturbios en la calle que causaron más de un centenar de heridos, incluyendo efectivos policiales, y casi 70 detenidos.
La situación de caos a las afueras del Congreso se empezó a formar poco antes del comienzo de la sesión, a las 2.00 hora local del lunes, cuando manifestantes, convocados por las organizaciones sociales y sindicales, se empezaron a enfrentar a la Policía arrojando piedras y botellas.
Los hechos, que se extendieron por otras calles del centro, se recrudecieron después de que comenzaran a tirar petardos, quemar objetos y agolpar el vallado que cerca todo el Palacio Legislativo, momento en el que la Policía empezó a disparar balas de goma y arrojar gas pimienta, así como chorros de aguas para restablecer el orden público.
Aunque se dispuso que al frente del operativo de seguridad estuviera solamente la Policía de Buenos Aires, a cargo del Gobierno local, finalmente se decidió la llegada de efectivos de la Policía Federal y de la Gendarmería, fuerza de naturaleza militar que depende del Ejecutivo nacional.
Contra la ley también se convocaron cacerolazos pacíficos de grupos de vecinos en varios barrios porteños.
Estos sucesos se producen poco después de que el pasado jueves, cuando se iba a debatir el proyecto en otra sesión, un enfrentamiento entre gendarmes y manifestantes causara heridos y detenidos.
Información: El Universal